Por qué no creo en la sanidad divina/Why I Don't Believe in Divine Healing


Neumann murió cuando sus padres usaron solo la fe

En marzo del año 2008, Madeline Kara Neumann, una niña de 11 años de edad, murió en la ciudad de Weston en el estado de Wisconsin (Estados Unidos). Sus padres, los cuales son pentecostales evangélicos, creyeron que solo la oración la iba a sanar y no la llevaron a los médicos cuando ya estaba muy grave.
La enfermedad de la cual murió esa niña fue determinada ser diabetes, una condición que la medicina científica moderna puede controlar efectivamente. Sus padres fueron sentenciados por su crimen.
En octubre del 2015,  Dale y Shannon Hickman, una pareja de Oregon en Estados Unidos, fueron condenados por la muerte de su bebé, David. El bebé nació prematuro, y sufrió algunas complicaciones médicas. Segun un reporteUn médico testificó en el tribunal que si los padres hubieran llamado al 911 [cuando] apenas nació, existían ‘99% de probabilidades de que el bebé sobreviviera.’”
Kara Neumann y David Hickman son solamente dos de millones de personas que han muerto desde el principio del cristianismo cuando dependieron de la fe en lo que llaman "Dios."
Yo mismo oraba por los enfermos
En este ensayo explico por qué no creo en la sanidad divina aun despues de en un tiempo ser yo mismo un predicador pentecostal que oraba por los enfermos, muchos de los cuales testifacaron ser sanados despues de mis oraciones. La creencia en la sanidad divina carece de evidencia, y es tambien peligrosa.
Esta creencia se encuentra frecuentemente entre grupos pentecostales evangélicos modernos que usan pasajes bíblicos como Marcos 16:18 ("tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán") para sostener sus  creencias.  Para estos grupos, la sanidad divina es una de las pruebas más poderosas de la existencia de Dios. 
A pesar de algunos experimentos científicos recientes que reclaman la efectividad de la oración, la existencia de este fenómeno no se ha podido establecer por los investigadores científicos o por los médicos independientes.
Y aun cuando existen sanidades extraordinarias, esto no podría demostrar que tales sanidades sean hechas por el dios de los cristianos.  Explicaremos más adelante también porque los experimentos científicos no pueden establecer la eficacia de la oración.
TODAS LAS RELIGIONES TIENEN TESTIMONIOS
Testimonios de sanidades divinas existen en todas religiones del mundo.  Así que el primer problema es poder saber si estas sanidades indican la actividad del dios cristiano. 
El hecho que el cristianismo pueda producir muchos testimonios impresionantes no cuenta mucho, ya que testimonios de sanidades impresionantes existen en otras religiones modernas, y en numerosas religiones que existieron antes del cristianismo. 
Así como hay testimonios de sanidades hechas al invocar el nombre de Jesús, hay testimonios de sanidades hechas al invocar el nombre de otros dioses. 

El dios Esculapio
Por ejemplo, el dios Esculapio se consideraba el mejor sanador divino que existía en Grecia siglos antes de Jesús, y tambien durante la vida supuesta de Jesús. Los templos de Esculapio están repletos de testimonios de sanidades extraordinarias inscritos en piedra. Hay muchos otros dioses de los que también se dice sanan enfermos. Si es así, entonces ¿cómo puede uno saber si una sanidad indica la presencia o actividad de un dios u otro?
Igualmente, hay muchos testimonios de sanidades efectuadas al pedir la intervención de seres humanos. Un ejemplo es la sanidad atribuída a la Madre Teresa (1910-1997), la famosa monja de Calcuta.  Para denominarse una Santa oficial, debe de haber confirmación de por lo menos dos milagros atribuídos a ella, y el segundo reportado fue decurar un hombre brasileño de 35 años que se encontraba en fase terminal por graves problemas cerebrales.” 
El Papa Francisco aprobó la canonización de la Madre Teresa despues que ese milagro fue investigado en detalle. En si, el milagro atribuído a la Madre Teresa ha sido investigado mucho más que cualquier milagro hecho por Jesús. Sin embargo, los evangélicos
¿Sanó enfermos la Madre Teresa?
protestantes que creen en la sanidad divina, no aceptan que la Madre Teresa tuvo algo que ver con tales sanidades a base de esos testimonios.
En verdad, los evangélicos que creen en la sanidad divina no pueden explicar por qué aceptan unos testimonios de sanidades y rechazan otros que tienen aun mas evidencia a su favor.
Muchas veces el cristiano argumenta que sanidades hechas al invocar el nombre de otro dios no son efectuadas por ese dios.  Al contrario, dicen estos cristianos, son efectuadas por el dios cristiano que se compadece de alguien que necesita auxilio médico aun cuando invoca a un dios falso. 
 El problema con esta clase de razonamiento es que puede fácilmente ser al revés.  Es decir, sanidades efectuadas al invocar el nombre de Jesús, pueden ser hechas por otro dios, el cual es el verdadero, y el cual se compadece del cristiano.
Muchos milagros son atribuidos a Krisna
De hecho, según el Bhagavad Gita, el cual es parte de las escrituras sagradas del hinduismo, Krisna, el dios hindú dice:  No importa a qué dios adore el hombre, soy yo el que contesto la oración”.[i] 
Si es así, entonces puede ser el otro dios el que  contesta la oración aunque tal oración haya sido hecha a Jesús.
Quizás el cristiano pueda responder que la sanidades hechas al invocar el nombre de otro dios son, en verdad, hechas por un dios falso y demoniaco.
Pero esto también puede fácilmente ser al revés.  Es decir, el dios no-cristiano puede ser el dios verdadero, y el dios del cristiano puede ser el dios falso.  No hay modo de saber cuál el dios verdadero y cuál es el falso si los dos usan el mismo medio de la sanidad divina.
 El USO DE LA PALABRA “VER” ENTRE CREYENTES
Testimonios de sanidades tienen que tomar en cuenta el uso de palabras por los creyentes. El uso de los términos para describir la realidad puede ser muy diferente entre grupos de creyentes cuando discuten supuestos milagros.
Por ejemplo, muchos creyentes pueden decir: “Yo he visto a Dios sanar” cuando un ateo no ve a nadie que se pueda identificar como “Dios” sanar a un ser humano. 
En verdad, creyentes usan la palabra “ver” muy diferentemente. En el usuario normal, “ver” se aplica cuando nuestros ojos perciben un objeto que se puede ver igualmente por creyentes y ateos, si es que los ojos estan funcionando normalmente.
Un creyente y un ateo pueden estar de acuerdo que vieron un carro rojo. Una cámara fotográfica debe poder ver lo mismo.
Pero decir “ver a Dios sanar” es muy diferente ya que un ateo no ve lo mismo, y una cámara fotográfica tampoco va a ver lo mismo.
Entonces, estos creyentes estan usando la frase “ver a Dios sanar” para expresar una interpretación de lo vieron, y no lo que vieron en realidad.  En veces, los evangélicos profesan tener alguna habilidad de ver a Dios obrar cuando otros no ven nada. Pero tal reclamo se basa solo en su palabra, y no ofrecen ninguna prueba que tienen tal habilidad.
 INCONSISTENCIAS DE LAS CREENCIAS EN LA SANIDAD DIVINA
¿Que esperaríamos de un médico bueno?
Existen contradicciones lógicas en el cristiano que afirma la existencia de un dios absolutamente bueno, omnisciente, omnipotente, y omnipresente,  y que a su vez  cree en la sanidad divina. 
Para comprender estas contradicciones, vamos a suponer que conozcamos al mejor médico del mundo. Este médico tiene el conocimiento y la habilidad de curar cualquier enfermedad conocida por la medicina.  Ahora vamos a suponer que este médico viva junto con nosotros en nuestro hogar, y que tengamos niños pequeños. 
Si uno de estos niños se enfermase de emergencia a la vista de este doctor bueno y sumamente capaz, ¿que esperaríamos de este médico?
Seguramente,  esperaríamos que este médico actuara inmediatamente. Si el niño se está ahogando, por ejemplo, esperaríamos que el usara técnicas para devolverle la respiración normal inmediatamente. 
Por supuesto que este médico no iba primero a insistir en saber si teníamos fe para que él pudiera salvar a nuestro niño antes de que actuara.  Por el  contrario, esperaríamos con mucha razón que este super-médico actuara sin ninguna demanda en el instante en que viera  el sufrimiento del niño inocente.
Vamos a suponer también que este médico tenga  la capacidad de prevenir el cáncer infantil antes de que ocurra en cualquier parte del mundo. Sin duda esperaríamos que si tiene tal habilidad, entonces la use por el hecho sencillo de ser una persona buena.
Pero si de veras tiene tal habilidad, y la usa, entonces no debe haber cáncer infantil o cualquier otro sufrimiento que él pueda prevenir. Si lo puede prevenir automáticamente, tal médico no va a esperar que alguien le pida que lo haga.  Su compasión misma debe  ser su único motivo.            
Pero los que dicen que creen en la sanidad divina, no parecen creer que Dios es omnipresente, omnipotente y omnisciente y a la misma vez un dios benevolente. 
Si de veras creen que Dios es el médico más poderoso que hay, y el que puede curar cualquier enfermedad,  ¿por qué creen que es necesario primero pedir a Dios que sane a un niño inocente antes de que Dios lo sane automáticamente? 
Si esperan que un médico humano actúe inmediatamente al ver una criatura sufriendo, ¿por qué no esperan lo mismo de Dios que supuestamente es más compasivo que un doctor  humano? En Grecia antigua se decía que el dios Esculapio sanaba aun a los que no creían en su poder.
Claramente los cristianos no pueden decir que Dios no ve el sufrimiento pues se cree que Dios es omnipresente y omnisciente según el cristianismo tradicional.  Tampoco se consideraría un médico como bueno si primero pidiera saber si teníamos fe antes de que él sanara al niño. 
Además de esto, si Dios sabe todo lo que uno piensa de antemano,  entonces ¿para qué necesita pedir saber lo que ya debe  saber? 
¿Ayudarías a este niño si pudieras?
¿Y qué decir de niños o adultos que se encuentran en un estado donde no pueden ni hablar ni orar pero que están en dolor? Si hubiera un dios omnipotente, omnisciente, y absolutamente bueno, seguramente no habría ni un caso de este tipo.
Estas cuestiones claramente demuestran que la creencia en la sanidad divina está terriblemente llena de errores lógicos y teológicos.  Pero estas cuestiones también demuestran que no puede existir un ser supuestamente omnipotente, omnisciente, omnipresente y omnibenevolente si existe la enfermedad humana.
Si existiera tal dios, las oraciones no serían necesarias porque ese dios podría prevenir cualquier enfermedad antes de que ocurriera.  ¿Que sentido tiene que un dios todopoderoso deje sufrir a un niño inocente si puede prevenir tal sufrimiento?
COMO DISTINGUIR CAUSAS
A la vez, existe el problema lógico de distinguir cuál de dos remedios que se consideran suficientes fue la causa de la sanidad. Vamos a ilustrar este problema con una situación sencilla.  Supongamos que tengamos un dolor de cabeza fuerte, y  que no conozcamos nada de la medicina. 
Un amigo nos dice que la medicina X es suficiente para curarnos, y otro amigo nos dice que la medicina X no sirve de nada, y que en lugar de ésa debemos tomar la medicina Z.
Si tomamos las dos medicinas a la misma vez y sanamos, se puede ver que no hay modo de distinguir cuál de esas dos nos dio el remedio si es que de veras fue una de las dos.
Lógicamente, para distinguir cuál de las dos medicinas fue  la que efectuó el remedio tenemos que tomarlas separadamente.
Es importante separar causas
En la medicina moderna se usan métodos similares para poner medicinas nuevas a prueba.  Por ejemplo, para poder ver si una medicina nueva es efectiva para curar una enfermedad específica, se escogen dos grupos de pacientes con esa enfermedad. A un grupo se le da la medicina nueva.  Al otro grupo se le da un placebo; es decir, una sustancia que se conoce que no tiene efecto (por ejemplo, una inyección de agua).
Para obtener los resultados mas seguros, ninguno de los dos grupos debe saber que sustancia se le da, y esto impide la posibilidad que fue la pura psicología la que efectuó el remedio.
Otro método más estricto requiere que ninguno de los dos grupos ni el médico sepa que grupo recibió la medicina  o el placebo hasta que termine la prueba. 
Esto previene, entre otras cosas, que el médico preste más atención a un grupo, y que los resultados sean debidos a esta diferencia de atención y no a la eficacia de la medicina que está en prueba. Estas son las maneras más seguras para poder saber  si una u otra medicina de veras efectúa el remedio.
En la investigación de la sanidad divina, tenemos el mismo problema.  Si un acto divino es suficiente para curar una enfermedad, y a la misma vez el médico indica que una píldora es suficiente para curar la misma enfermedad, entonces para saber quién tiene la razón, tenemos que separar los dos remedios supuestos. 
Pero esto es imposible en el caso de  la supuesta sanidad divina porque uno no puede saber si un acto es divino o no en primer lugar. Así es que no hay modo de saber, por ejemplo, si existe la sanidad divina independiente de la medicina.
La idea de que Dios trabaja por medio de la píldora tampoco se puede confirmar. El primer problema es que un paciente hindú, por ejemplo, también puede facílmente decir que es un dios hindú el que sana por medio de la misma píldora.
Pues si el acto divino y el acto de la medicina no se pueden distinguir, entonces no hay manera de saber si el dios cristiano (o cual de muchos dioses) de veras actúa por medio de la medicina. 
El decir tal cosa también supone el decir más de lo que se puede verificar directamente. Si en mil casos una persona sana después de darle una píldora, y en mil casos alguien no sana cuando no toma esa píldora, entonces  podemos decir con confianza que la píldora está relacionada de alguna manera con la sanidad.
Al suponer causas sobrenaturales, estamos diciendo más de lo que es necesario, y nunca se va a poder verificar tal afirmación.  En fin, la sanidad divina no se puede verificar en el cristianismo o en ninguna otra religión. 

¿EXISTE EVIDENCIA CIENTIFICA DE LA SANIDAD DIVINA?
Recientemente se han reportado experimentos hechos por científicos respetables que piensan que uno si puede probar que la oración tiene efecto.[ii] 
Pero tales experimentos tienen muchos defectos. Por ejemplo, un experimento fue conducido en 1988 por Randolph Byrd, un especialista en el corazón, en el Hospital General de San Francisco. El estableció un grupo de 393 pacientes, y los separó en dos partes. 
Los cristianos oraron por media parte de ese grupo, pero no por la otra media parte de ese grupo. Según Byrd, el grupo que recibió la oración tuvo menos problemas que el grupo por el cual no se oró.
Este experimento tiene muchos defectos y no puede probar lo que el Dr. Byrd sostiene.  El hecho es que no se pueden separar los grupos a base de cuales recibieron oración y cuales no recibieron oración. 
La razón es que hay personas en el mundo que están orando por todos los enfermos del mundo. Por esa razón, el decir que existen grupos que no recibieron oración es hacer una afirmación falsa, o a lo menos una afirmación que no se puede probar. ¿Cómo sabe el Dr. Byrd, por ejemplo, que algún familiar no oró por todas las personas en los dos grupos?
En si, hay otros experimentos que demuestran que la oración no tiene ningun efecto, o, si lo tiene, es negativo. 
Benson no encontró mucha diferencia en la oración
En 2006, Herbert Benson, un cardiólogo en la Escuela Médica de Harvard, llamada por muchos la institucion médica mas respetada del mundo, publicó los resultatdos un experimento famoso sobre la oración.
Benson escogió a 1,802 pacientes, todos los cuales recibieron lo que se llama cirujía coronaria de bypass y los cuales estaban distribuidos entre seis hospitales.  Estos pacientes fueron dividos en los tres grupos siguientes:


Grupo I.  604 pacientes recibieron oración pero fueron informados que era posible que se habia orado por ellos y tambien que se no habia orado por ellos.
Grupo II. 601 pacientes recibieron oración y se les informó que habían recibido oración.
Grupo III. 597 pacientes no recibieron oracion y se les informó que era posible que se habia orado por ellos y tambien que se no habia orado por ellos.
Cualquier oración duró por lo menos 14 dias despues de la cirujía, y las oraciones fueron hechas en tres diferentes congregaciones en tres diferente estados en Estados Unidos.  Los resultados fueron los siguientes:
-El 52% de las personas que recibieron oración (sin saber si la habian recibido o no) sufrieron complicaciones.
-El 51% de los pacientes que no recibieron oración sufrieron complicaciones.
En otras palabras, no hubo mucha diferencia entres los resultados.  Sale casi la misma si alguien recibe oración y si alguien no recibe oración. Y cualquier diferencia menor favorece a los que no recibieron la oración en este experimento. 
Aun si este experimento de Benson tiene el mismo defecto que el experimento de Byrd (no se pueden dividir grupos de esa manera porque hay personas orando por todos los enfermos en el mundo), a lo menos podemos decir que hay experimentos que dan resultados opuestos a los que obtuvo Byrd.
En todos los casos en los que científicos independientes investigan si de veras hubo sanidades divinas en campañas evangelísticas o en otras situaciones, no se puede encontrar ni siquiera un caso de una sanidad que se pueda llamar milagrosa.[iii]
Aun si una sanidad extraordinaria ocurre, uno nunca puede estar seguro si es el resultado de un proceso natural no conocido anteriormente en lugar de un acto de Dios. 

CREYENTES QUE USAN LA MEDICINA MODERNA
Nunca he visto mas enfermos que en las iglesias que creen en la sanidad divina.
Digo esto porque he visitado y estudiado muchas iglesias. He sido creyente y predicador pentecostal que oraba por los enfermos.
Muchas de las personas que conozco en las iglesias pentecostales profesan ser sanados aun si siguen sufriendo los mismos síntomas. Mi propia abuela, la cual creía en la sanidad divina, fue enfermiza toda su vida y dependió de medicinas para controlar la alta presión hasta su muerte.
El hecho es que la gran mayoría de cristianos que dicen que creen que Dios sana usan tambien la ciencia médica.  Esto refleja el hecho que no creen en Dios tanto como lo profesan, y refleja también que estan actuando en contra de algunas partes de la Biblia.
Las instrucciones bíblicas son claras cuando uno esta enfermo segun Santiago 5:14-15 (Reina Valera, 1960):
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Nótese que no dice este pasaje que debe uno ir con un médico cuando esta enfermo.  Los médicos, aun si no en la forma moderna, existían en los tiempos bíblicos.
Pero Santiago recomienda solo la oración y el ungir con aceite. Santiago afirma que la oracion de fe “salvará” al enfermo, y sabemos que la palabra griega (σώ̣ζω) usada aquí se refiere a la sanidad del cuerpo, y no a la salvación espiritual.
Esa palabra griega se usa como 13 veces en los evangelios en el contexto de sanar enfermedades. La version Reina Valera (1960) traduce Marcos 6:56  de esta manera: y todos los que le tocaban quedaban sanos” donde la palabra “sanos” es otra forma de la palabra griega (σώ̣ζω) que se usa en Santiago 5:15.
Lo mismo se puede ver en todos los relatos en los evangelios. Jesús y sus discipulos sanan por el poder de Dios y no necesitan ir con un médico. Nunca recomienda Jesús ir a un médico secular. Al contrario Jesús dice que los demonios (muchos de los cuales causan enfermedades segun la Biblia), "con nada puede salir, sino con oración y ayuno" (Marcos 9:29).
Segun 2 Cronicas 16:12, el rey Asa murió de una enfermedad, y el autor bíblico nos dice: En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos.”
En sí, no tiene ningun sentido acudir a un médico si Dios es todopoderoso, y la oración es suficiente para sanar como lo dice Santiago.
Ya que un creyente recibe tratamiento médico, no puede seguir diciendo que fue Dios que efectuó la sanidad pues existe la posibilidad que fue el tratamiento médico.
¿POR QUÉ PERSISTEN TALES CREENCIAS?                       
¿Por qué persisten tantos testimonios de sanidades divinas si es que la sanidad divina no se puede probar y está cargada de defectos lógicos y teológicos?
Una razón es que la mayoría de las personas que exponen una sanidad como divina no tienen mucho conocimiento de la medicina y de la naturaleza de las enfermedades. 
Por ejemplo, muchas personas con alta presión llaman a su pastor cuando les sube la presión de repente.  El pastor ora, y la presión baja. Esto es reportado como una sanidad divina. 
Pero al pensarlo bien, es difícil poder decir si esto es un acto divino o no. En primer lugar, es imposible saber si un acto es divino o no sin que primero se establezca si Dios existe, o si Dios actúa de una u otra manera.
En segundo lugar, la naturaleza de la alta presión es que sube y baja de por sí. Esto es porque el cuerpo tiene en sí partes que funcionan para controlar la presión así como el termostato común en una casa puede controlar la temperatura.
Pero muchas otras condiciones (por ejemplo, las fiebres, la gripe, y muchos tipos de dolencias) también se pueden componer solas, y sin ninguna intervención médica.
Otra razón por el gran número de testimonios de sanidad divina es la dinámica de muchos de los servicios de grupos que creen en la sanidad divina.
Sanidades se declaran sin investigar más
En muchos casos, por ejemplo, una multitud de sanidades se reportan durante campañas evangelísticas. En estas reuniones, el evangelista pide que aquéllos que necesitan una sanidad se acerquen al altar, y allí se ora por estas personas.  Claramente, el evangelista no tiene el tiempo o el entrenamiento para poder analizar la enfermedad de cada persona. 
Por ejemplo, hay muchos casos en que las personas reportan que están enfermos de los riñones cuando sencillamente tienen un dolor de espalda.  Pero el evangelista no siempre tiene el modo de saber la gravedad de la enfermedad, ni conoce la historia médica del individuo, ni conoce aun si la diagnosis expuesta por el individuo es correcta. 
Sin embargo, al final del servicio se declara que muchas sanidades han ocurrido.  Esto se toma por un hecho, y se informa en otras ciudades que en la ciudad visitada anteriormente por el evangelista hubo una gran cantidad de sanidades.  Así que estos números exagerados corren de una ciudad a otra con el evangelista. 
Para entender el gran número de testimonios de sanidades divinas también debe uno de entender la psicología del enfermo en tales grupos. Si el evangelista llega a preguntarle al enfermo si Dios lo sanó, es muy probable que esta persona conteste que sí, aunque no haya sido sanada. 
El estudio de Pattison se encuentra aquí
Esto es confirmado por los estudios de E. Mansell Pattison, un médico que estudió personas que reportaron ser sanados por la fe en Seattle, una ciudad en el estado de Washington en Estados Unidos. Pattison encontró que muchos de esos pacientes afirmaban ser sanados AUN CUANDO SUS SINTOMAS CONTINUABAN SIENDO LOS MISMOS.[iv]
La razón es que muchas veces el enfermo tiene vergüenza de decir que Dios no lo sanó porque esto parece culpar a Dios. Muchas veces también el enfermo responde que sí sanó bajo la esperanza o creencia que Dios va a eventualmente efectuar la sanidad. En los casos donde el creyente dice que Dios no lo sanó, se atribuye tal acontecimiento a falta de fe, o a la creencia que es la voluntad de Dios que uno no sane.
Otras sanidades relatadas como divinas son producto de la idea de que un doctor no se puede equivocar.  Por ejemplo, hay muchos casos donde un médico le dice a una persona que tiene una enfermedad de la cual no se va a recuperar, y por la cual va a morir dentro de un período corto de tiempo. Al final de este período la persona no solo está viva sino que parece estar  sana.  Para tales personas esto se toma como un milagro.
Pero la verdad es que los doctores no son infalibles. La verdad es que este tipo de equívocos son muy frecuentes, algo confirmado por el gran número de demandas legales en contra de tales doctores. Los médicos son seres humanos falibles y se equivocan frecuentemente porque hacen decisiones en base de la probabilidad y no en términos absolutos.
Además no todos los médicos tienen el mismo entrenamiento, ni todos sacaron las mismas calificaciones en la escuela médica. Es por eso que una  persona no puede tomar el error de un ser humano como evidencia de un milagro divino.
El hecho que un doctor se equivoque acerca del término de la vida no prueba que el tiempo real de la vida cambió o fue alargado. El término de la vida sigue siendo el mismo independientemente de quien le ponga uno u otro número. De la misma manera, por ejemplo, la cantidad de dinero en una bolsa sigue siendo igual aunque alguien le ponga uno u otro número sin realmente contar ese dinero.
Esto mismo me sucedió a mí. En 1978-79 comencé a desarrollar una enfermedad, llamada Granulomatosis de Wegener, con síntomas visibles y dramáticos, y sin embargo numerosos médicos ni siquiera sospecharon la verdadera enfermedad hasta 1980.
En 1986 caí enfermo en tal grado que un doctor me dijo que no iba a vivir más de dos años sin cirujía. No fué hasta los años 1995 y 1997 cuando recibí cirujias que salvaron mi vida. Ahora, estoy vivo y escribiendo estas letras.  Pero el hecho que esté vivo, no prueba nada más de que el doctor se equivocó.
Aun otra razón por la que muchas personas toman actos naturales como sanidades divinas es que todavía queda mucho que conocer acerca de las enfermedades y del cuerpo humano. 
Por ejemplo, había épocas en que se creía precisamente que el cáncer no se podía evitar solo.  Ahora se conoce que muchas personas tienen sustancias químicas en su cuerpo que les permite resistir el cáncer y, aun en pocos casos, quitar el cáncer naturalmente. Así, una persona que fuma toda su vida puede vivir hasta la edad de 80 sin desarrollar cancer pulmonar, mientras que la mayoría que fuma la misma cantidad o menos  puede desarrollar cáncer pulmonar antes de la edad de 50. 
Los científicos también conocen que hay cientos de tipos de cáncer, y conocen que no todos son mortíferos irremediablemente. Yo mismo he sobrevivido un cancer que encontraron en el año 2012. No le pedí la sanidad a ningun dios. En contraste, conozco a creyentes que mueriron de cancer aun despues de orar a Dios. Algunas investigaciones recientes también sugieren que el pensamiento positivo de por sí puede ser suficiente para ayudar a una persona a curarse de enfermedades que antes se consideraban sin remedio.[v]
Así que algunas sanidades que parecen maravillosas pueden ser simplemente debidas a sustancias químicas y a procesos que no se entendían en tiempos pasados, y no se necesita a un dios para explicarlas.
Pero aun si alguien fuese sanado de un modo no conocido por la ciencia, esto no indicaría que fue un acto divino.  Lo más que se puede decir es que tal sanidad fue hecha por un modo no conocido. Como hemos demostrado anteriormente, el hecho que la causa de un acontecimiento no se conozca, no indica que la causa sea sobrenatural. En verdad, podemos dar una larga lista  de cosas que no se entendían hace 100 años atrás pero que ahora se conocen como perfectamente naturales.            
Además de todo esto, la ciencia también ha demostrado que ciertos grupos que se consideran sectas falsas por muchos cristianos protestantes están más sanos que la mayoría de la población norteamericana y de personas que creen en la sanidad divina.
Los mormones tienen buena salud
Por ejemplo, en un estudio de 10,000 mormones hecho por James E. Enstrom de la Universidad de California (Los Angeles), se encontró que entre mormones hay una  incidencia más baja de enfermedades comunes de lo que se encuentra en la población norteamericana en general.
Según este estudio, por ejemplo, se espera que un sacerdote mormón que tiene  25 años hoy llegue a vivir 85 años, mientras que un hombre blanco norteamericano de 25 años espera vivir solamente 74 años.[vi]  
Estos resultados son aun más irónicos cuando uno recuerda que para la mayoría de protestantes conservadores, los mormones son una secta falsa y pecaminosa.
           
EVIDENCIA DE LA HISTORIA
La historia de la humanidad demuestra que orar a Dios no ha sido efectivo. En contraste, la ciencia si ha tenido resultados que se pueden medir.
Existen muchos tipos de enfermedades que llevan una probabilidad alta de resultar en muerte sin auxilio médico.  Pero esas probabilidades han sido reducidas despues de que la ciencia inventó tratamientos efectivos. 
Considere la poliomielitis (polio), una enfermedad causada por una virus, que puede resultar en parálisis y muerte.
¿Fue la vacuna o la oración?
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos reporta lo siguiente acerca de los resultados de la vacunación, comenzando en 1955, en contra de la poliomielitis.
“Historia: Una epidemia de poliomielitis que ocurrió en los Estados Unidos en 1916 mató más de 6.000 personas y paralizó otras 27.000. A principios de los años 1950 habían más de 20.000 casos de poliomielitis al año. La vacunación contra la poliomielitis comenzó en 1955. Para el año 1960, el número de casos de poliomielitis había disminuido a alrededor de 3.000 al año, y para el año 1979 sólo ocurrían cerca de 10 casos al año. El éxito de la vacunación contra la poliomielitis en los EE.UU. y en otros países engendró un esfuerzo mundial para eliminar esta enfermedad.
Hoy: En los Estado Unidos no se ha reportado ningún caso de poliomielitis aguda durante más de 20 años. Pero la enfermedad todavía es común en algunas partes del mundo. Sólo hace falta que se traiga un caso de poliomielitis de otro país para hacer que la enfermedad vuelva, si nosotros no estuviéremos protegidos por la vacuna. Si el esfuerzo mundial para eliminar la enfermedad tiene éxito, algún día nosotros no necesitaremos la vacuna antipoliomielítica. Hasta entonces necesitamos seguir vacunando a nuestros niños."
Seguramente la gran mayoria de esos pacientes o sus familias oraraban a Dios antes de que se inventara la vacuna en contra de la poliomielitis. Si es asi, entonces ¿por qué no sanaban lo pacientes de polimielitis antes de 1955 en las cantidades que sanaban despues de 1955?
Considere los puntos siguientes:
1. Si Dios existe, entonces Dios aparentemente dejo morir de la polio a miles de personas en Estados Unidos y millones de personas a traves de la historia antes de 1955.
2. Los resultados de la vacuna contra la polio son totalmente consistentes con la conclusión que es la vacuna, y no la oración a Dios, la que sanó a los pacientes de la polio.
Casos de polio bajaron dramáticamente despues de la vacuna
Si uno dice que Dios sana por medio de la ciencia o por medio de la vacuna, tampoco nos sirve de mucho. Ya que Dios se dice ser todopoderoso, entonces no debe ser necesario que Dios espere que seres humanos inventen una vacuna antes de querer sanar a seres humanos.
Podemos replicar observaciones similares con la historia de muchas otras enfermedades. Por ejemplo, el tipo de cancer llamado Leucemia linfoblástica aguda infantil se sobrevivía por como 10% de los pacientes in los años 1960.
Con nuevos tratamientos se sobrevive por mas de 90% de los afectados para el 2012.  Vease mas informacion aquí.
Sería absurdo decir que un Dios todopoderoso tuvo que dejar morir a miles de niños de ese tipo de cancer antes de los años 1960, y tuvo que esperar hasta que los cientificos inventaran tratamientos para esa enfermedad.
A traves de la historia han existido epidemias que han resultado en millones de muertos en un corto tiempo. La peste negra (conocida tambien como otra forma de la plaga bubónica) en el año 1348 en Europa resultó en quizás mas de 80 millones de muertos, la mayoría de los cuales eran cristianos.  Esta epidemia es causada por una bacteria transmitida por ratas.
Es razonable suponer que casi todos esos enfermos oraron a Dios, y sin embargo se murieron. Pero en tiempos modernos la plaga bubónica se ha eliminada por casi completo en paises que usan la medicina moderna.
Una vez más, la mejor explicación es que la oracion a Dios, aun si existe, no tiene mucho efecto. La ciencia es la que ha tenido efecto.

CONCLUSIONES
La lógica demuestra que un Dios todopoderoso, omnibevolente, y que sabe todo no tiene necesidad de oraciones para sanar enfermos por estas razones:
A. Por ser bueno, Dios debe querer sanar a los enfermos, especialmente cuando son niños inocentes que no pueden ser responsables por alguna falta de fe.
B. Por ser omnisciente, Dios debe saber quien se va a enfermar antes de que se enferme.
C. Por ser todopoderoso, debe poder sanar sin ningun medio humano (sea la por médicos o medicinas).
Cristianos que usan la medicina moderna y tambien oran a Dios no creen realmente en la oración y estan contradiciendo las instrucciones de Santiago acerca de que hacer cuando esta uno enfermo.
La evidencia cientifica no ha podido demonstrar que existe la sanidad divina. Para poder distinguir los efectos de la medicina y los efectos de una sanidad divina deben separarse esos dos medios de sanar. Para establecer resultados científicos, se deben separar pacientes que reciben oración de los pacientes que no reciben oración. Pero esto es imposible porque no hay manera de eliminar a los que oran por todos los enfermos del mundo.
Cristianos que reciben tratamiento médico no pueden reclamar que fue Dios el que los sanó pues no pueden distinguir los efectos de la medicina de los efectos de la oración. Es decir, uno no puede contar como válidos los testimonios de cristianos que reclaman ser sanados por Dios pero que han recibido tratamiento médico.
La mayoría de personas que creen en la sanidad divina también lo hacen por tener una esperanza y por otros motivos sociológicos y psicológicos. Pero el hecho es que los seres mitológicos nunca van a ayudar a los seres humanos. Seres humanos son los que necesitan ayudar a otros seres humanos.
Pero quizás lo mas importante reconocer es que tales creencias en la sanidad divina son una forma de esperanza falsa, y además son peligrosas.  Los ejemplos de Kara Neumann y David Hickman nos demuestran que la muerte es lo que espera a muchos que siguen creyendo que la oración los sanará cuando la medicina lo puede hacer mucho mejor si es que la enfermedad tiene remedio.






*Todas las citas bíblicas son de la versión Reina Valera (1960), excepto cuando sea indicado a lo contrario.
[i]Véase el artículo “Hinduism”  en  la Encyclopaedia Britannica   (Edición de 1973; Chicago) Volumen 11, 507.  Una traducción accesible de la Baghavad Gita  es la de Juan Mascaró  (London: Penguin, 1962).
[ii] Véase, por ejemplo, el reporte, “Faith and Healing” en Time (24 de junio, 1996) 59-68. Tales experimentos también son detallados por Larry Dossey, Healing Words:The Power of Prayer and the Practice of Medicine (Palabras curativas: El poder de la oración y la práctica de la medicina;  San Francisco: Harper and Row, 1994).
[iii] Por ejemplo E. Mansell Pattison, doctor de medicina, estudió 71 sanidades relatadas en el área de Seattle, Washington  en su artículo “Ideological Support for the Marginal Middle Class: Faith Healing and Glossolalia,” en el libro de Irving I. Zaretsky y Mark P. Leone, Religious Movements in Contemporary America  (Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 1974) pp.   418-455.  Según su análisis “La mitad de las personas reportó sanidades instantáneas, y la otra mitad reportó sanidades graduales.  Sin embargo, en estas dos porciones,  la creencia no estaba basada en la desaparición de los síntomas.  Por el contrario, el [creyente] afirmaba que había sido sanado sin prestar ninguna atención al estado de sus síntomas”.  En un articulo publicado en Free Inquiry  (Winter, 1993-94, pp.   5-11), Peter May, un doctor médico de Inglaterra también examinó los mejores testimonios escogidos por Morris Cerullo, un evangelista norteamericano, y concluyó que ni un solo testimonio se puede considerar milagroso.
[iv] E. Mansell Pattison, "Ideological Support for the Middle Class: Faith Healing and Glossolalia," in Irving I. Zaretsky and Mark P. Leone,Religious Movements in Contemporary America  (Princeton, New Jersey:Princeton University Press, 1974) páginas 418-455.
[v]Algunas de estas investigaciones son provistas por Norman Cousins, un profesor de la Universidad de California (Los Angeles) en su libro, Head First: The Biology of Hope  (Primero la mente: La biología de la esperanza; New York, E. P. Dutton, 1989).
[vi] Este estudio se publicó en Journal of the National Cancer Institute  (December, 1989).





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